Obduction, la secuela espiritual de Myst, ya disponible junto a su banda sonora

Desde hace unos días está disponible en Steam 'Obduction', el que es considerado sucesor espiritual de los juegos Myst o Riven, una suerte de aventura en primera persona en la que la historia y la resolución de puzles y acertijos son la parte esencial del juego, además de un característico diseño gráfico que se estrenó con aquellas renderizaciones en vídeo que nos asombraron en 1993.

Creado por Cyan, la misma compañía que en origen dio a luz Myst, Obduction consiguió financiarse gracias a una campaña exitosa de crowdfunding en Kickstarter. Ávidos seguidores de la serie o amantes de las aventuras basadas en puzles (¡imposibles a veces!), dieron su apoyo al equipo consiguiendo nada menos que un millón de dólares. Eran otros tiempos para el micromecenazgo, desde luego...

Wow, didn't have a spare minute to tweet yesterday! Obduction launched!!! More info at https://t.co/n28iQJis8X #obduction #welcometohunrath
— Obduction (@obduction) 25 de agosto de 2016

Sea como fuere, el juego ya está disponible tanto para aquellos que lo apoyaron de primera mano como para los que quieran hacerse ahora con el mismo en Steam. En el juego encarnaremos a un personaje que de pronto es abducido y llevado a un extraño y distante planeta donde el paisaje extraterrestre contrasta con una vieja granja de Kansas, un pueblo aparentemente fantasma o unas vallas blancas típicas del oeste americano. ¿Dónde estamos?

¡Ups! Creo que esto no es la Tierra...

¿Quién estará jugando con nosotros?

Al mismo tiempo que el juego se puede descargar, también está disponible en Bandcamp la notable banda sonora creada por Robyn Miller, precisamente el mismo músico que trabajó en su momento en Myst. Nada menos que 80 minutos de diferentes estilos que sugieren pasajes entre lo emocional y lo extraño, perfecta tanto para acompañar al juego como para disfrutarla en segundo plano mientras trabajamos: "He disfrutado mucho improvisando los temas mientras tenía el juego frente a mi. El aspecto visual me inspiraba y me recordaba que no sólo tenía que expresar lo que el jugador ve mientras juega", comenta Miller.